Faro de Camarinal

Hay un rincón de España, que es el litoral Atlántico de Cádiz, que no deja de maravillarme y de sorprenderme en cada visita que hago. Partiendo de Zahara de los Atunes, hice este verano una excursión maravillosa que me llevó a través de Atlanterra y de la Playa de los Alemanes, a descubrir el Faro de Camarinal.

Quizás sea por ser una zona muy literaria y de la que he recientemente he leído 2 obras muy interesantes: Blues de Trafalgar de José Luis Rodríguez del Corral y La Playa de los Alemanes de Javier Compás, recrearse en la visión de la Playa de los Alemanes es un placer para los sentidos. Abrigo natural de la bravura del mar, forma una enorme y muy poco visitada playa, de difícil acceso y aparcamiento, lo que ayuda a su poca masificación. El extremo sur lo define el Faro Camarinal, que sigue estando en uso y que depende de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras.


El faro se reconstruyó en el año 1.989, sobre la torre construida el año 1.577 llamada "Torre del Cabo de Gracia". Sus vistas son espléndidas a la derecha una visión de la Playa de los Alemanes, a la izquierda la Playa del Cañuelo y vistas al Cabo de Trafalgar, y frente al faro, el majestuoso "Djebel Mussa" ya en la costa africana.


Playa de los Alemanes

 Al lado del faro encontramos bunkers, al igual que en muchas otras zonas del Estrecho, que se construyeron para vigilar el tráfico y posibles desembarcos en la Península. Acabada la Guerra Civil Española, el General Queipo de Llano manda constituir una comisión que debe cuidarse de fortificar la zona cercana a Gibraltar, utilizándose soldados, obreros de la zona y numerosos presos republicanos. El fin de la Segunda Guerra Mundial es el comienzo del abandono y declive de muchos de estos bunkers, aunque en la actualidad se reivindica su mantenimiento, como parte de la Historia de la región, estando protegidos por la Junta de Andalucía.

Lo dicho. ¡Un bellísimo rincón de España! 

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