Cumbre del G20 (y 3) - La Tasa Tobin

Uno de los temas ausentes de la cumbre coreana ha sido la tasa sobre las transacciones financieras o Tasa Tobin. En 1971 la formuló el premio Nobel norteamericano James Tobin, pero tras muchos años de olvido, en 1997 un editorial de Ignacio Ramonet, en Le Monde Diplomatique, la sacó de nuevo a la luz pública.



James Tobin propuso una tasa para gravar los movimientos de capitales, y especialmente las transacciones a corto plazo, con el objetivo de desincentivarlas y al mismo tiempo crear un fondo para redistribuir entre los países pobres y los generadores de esta tasa. Los antiglobalización han abrazado esta idea con fervor, y el propio Tobin decía que no se le había entendido bien, y que no estaba de acuerdo con la utilización que se hacía de su idea.

Recientemente, personajes como Gordon Brown, Sarkozy, Angela Merkel, Zapatero, Durao Barroso han defendido esta tasa, y tanto pros como detractores coinciden en que su aplicación conllevaría otro tipo de problemas, sobre todo ¿Cómo administrarla? ¿Quién sería el gestor? ¿A qué se dedicaría? Tobin habló de una tasa del 0,1%, aunque ahora se cree que debería ser menor del orden del 0,05%.

Naciones Unidas (UNCTAD) estimaba que se podrían recaudar 720.000 millones de dólares anuales, detallando que con el 10% de esta cantidad, se podría proporcionar cobertura sanitaria a todos los habitantes del planeta.

En nuestro trabajo diario, como prácticamente en todos los sectores productivos, cada día vemos numerosas transacciones financieras, mayoritariamente vinculadas a bienes o servicios que pasan por nuestras manos o producimos. Pagos de cartas de crédito, transferencias de fletes a Armadores extranjeros, pagos de fletamentos, etc… Nadie habla de gravar estas operaciones.

La idea originaria y la actual es la de gravar las transacciones financieras especulativas. Valga como dato, que el volumen de estas transacciones es 75 veces mayor que las de bienes y servicios, y su cifra de negocio 15 veces mayor que el PIB mundial. Numerosas voces aseguran que están detrás de las grandes crisis financieras recientes, incluyendo con mayúsculas la actual.



No sé si será la solución, pero sería mejor que la inacción, y que seguir hablando de forma mayestática de “los mercados”, sin intentar siquiera cambiar algunas de las reglas de juego actuales. ¡Algo debemos hacer!

1 Comentario

Anónimo

James Tobin jamás quiso jugar desde afuera, siendo en realidad un verdadero defensor del libre comercio. Solamente quería que se corrigiera un grave error que llevaba a enormes desigualdades. Esta tasa está dirigida al desestimulo del flujo de capitales a muy corto plazo (días o semanas), pues estos obtienen un porcentaje de ganancia muy reducido, cuyo impuesto Tobin prácticamente lo haría desaparecer. Tobin creía que la administración de ese enorme fondo de dinero debería estar en manos del propio FMI o de la ONU. Para él era un problema corregible dentro del propio sistema y nunca del antisistema.

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