Quiero hacer públicas unas reflexiones sobre el conflicto del transporte de contenedores en el puerto de Barcelona.
- El transporte terrestre de contenedores está sufriendo mucho por el exceso de oferta que existe debido a la recesión iniciada en 2008 y de la que no se ve un final cercano en el horizonte.
- El transporte terrestre de contenedores está sufriendo mucho por la demora en los pagos de sus clientes, ya que es muy habitual que se excedan de forma amplia los acuerdos comerciales. Estos pagos sirven para pago de camiones, salarios, combustibles, etc...; y cada demora afecta de forma importante la estabilidad económica del transportista.
- El transporte terrestre de contenedores padece una fuerte morosidad, que en algunas ocasiones aboca a la bancarrota a las empresas o autónomos afectados.
- El transporte terrestre de contenedores vive inmerso en una competencia enorme, que empuja los precios de servicios a la baja, e impide, por ejemplo, el repercutir los enormes incrementos del combustible, ni siquiera mínimamente.
- El transporte terrestre de contenedores tiene problemas añadidos como la restricción de los transportistas a otros puertos, hecho que dificulta el aplicar economía de costes y rentabilizar los largos recorridos.
- El transporte terrestre de contenedores sufre además un control normativo, a veces quizás excesivo a juicio de los afectados, por parte de las Administraciones, Generalitat, Ayuntamiento y Autoridad portuaria entre otros, que supone trabas para el desarrollo de sus funciones y además encarece los costos de explotación de las empresas y autónomos.
La verdad es que estas situaciones descritas, son entendibles por la mayoría de ciudadanos españoles que tienen problemas similares y que hace que sus reivindicaciones las sintamos muy cercanas.
Ahora bien. Ninguna de estas razones, ni siquiera todas juntas, justifica que se paralice la actividad del Puerto, actuando de manera coercitiva contra quien piensa distinto, o pensando igual tiene distinto proceder. Además la ilegalidad no me despierta ninguna simpatía, y no debemos quedarnos de brazos cruzados viendo como se impide el funcionamiento de un puerto, con actitudes absolutamente al margen de la ley.
Abordemos los problemas, busquemos soluciones y tratemos de encontrar consensos y superar los disensos. Pero, dentro de los cauces que marca la ley y respetando las voluntades de todos nosotros.
Ultima hora : Acaba de desconvocarse el paro, y se abre un nuevo período de conversaciones y reuniones. Esperemos que estos hechos no se repitan nuevamente.
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