San Borondón

La Isla de San Borondón forma parte de una leyenda mágica en Canarias, y se la califica como la octava isla, a pesar que nadie puede dar fé de su existencia. ¿o si?

Hay mapas antiguos, como el que reproducimos a la derecha, en el que al oeste de las Canarias aparece una isla denominada San Borondón. Otros avistamientos la sitúan entre las islas de La Palma y El Hierro, cosa nada inusual tratándose una isla que aparece y desaparece como por arte de magia. He hecho una comprobación en el Google Earth, y parece que se han olvidado de incluirla en su gigantesca base de datos.

En este extenso y detallado artículo, los autores describen con belleza y precisión, todas las referencias históricas acerca de San Borondón, su etimología, su presencia o ausencia a través de los siglos; y nos transportan a un mundo mágico y evocador, a un territorio donde la frontera de lo onírico y lo real se desdibuja y se reinventa continuamente.

Las Canarias están de moda estos días, a nivel mediático por la erupción volcánica de la isla de El Hierro, y muchos isleños temen que la actividad volcánica de estos días, puede hacer emerger nuevamente a San Borondón. He tenido la suerte de tener mucha vinculación con las Islas,  tanto a nivel personal como profesional, y tengo numerosos amigos y siempre que puedo, que lamentablemente no es mucho, me gusta visitarlos y no perder el contacto con esa zona. Conoci la historia de San Borondón en el año 1981 y desde entonces la he recordado numerosas ocasiones.


Les dejo este video impactante. Se trata del único documento visual de la Isla de San Borondón. Fue grabado el 18 de octubre de 2.003, cuando su autor se dirigía en barco a una isla canaria a cubrir un evento folclórico. ¿Ustedes creen que existe?

2 Comentarios

Ancor Dorta

Esa no es la mejor imagen, la mejor imagen de la isla es la realizada por manuel quintero en 1958

Anónimo

Me bajé del coche y la estuve contemplando un buen rato. ¿Por qué no cogí la cámara Nikon que tenía en el coche? En aquel momento no sabía que era San Borondón, lo siento bien. Pero tengo testigos.
Un saludo
Eoliah

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